El peso de todo tu cuerpo cae sobre tus piernas. Ellas son las encargadas de llevarte de aquí para allá y quizás estés por cuestiones de trabajo mucho tiempo parada en el mismo lugar o sentada. Y al finalizar el día no podés más: están cansadas, pesadas, se hinchan y además tu peso, con el bebé que va creciendo dentro de tu vientre día a día, se va incrementando.
Te contamos que tanto hombres como mujeres sufren de problemas de várices en sus piernas, aunque se dan con más frecuencia en las mujeres. ¿Por qué?
Existen diversos motivos entre los cuales mencionamos: los factores hereditarios; el aumento de peso; el o los embarazos; las variaciones hormonales (menstruaciones, menopausia, etc.) y los tratamientos hormonales (con anticonceptivos u otras hormonas durante diferentes etapas como por ejemplo el climaterio); etc.
Sabemos que no es para nada recomendable, como anticipamos al principio, el exceso de peso. Ya en las mujeres que no están embarazadas y en todas las personas se recomienda que controlen su peso.
La buena circulación es fundamental para evitar inconvenientes en las piernas, y para eso te pasamos algunos consejos:
Tenés que evitar la ropa ajustada y las medias es recomendable que sean las de descanso.
No te expongas a altas temperaturas. Si tomás sol, además de observar los horarios indicados para hacerlo, utilizá una buena pantalla solar y no estés demasiado tiempo frente a Febo. En cuanto a la depilación, es preferible que no sea con cera caliente.
Cuando tengas un ratito, descansá elevando las piernas, en lo posible a una altura que supere la de tu cabeza.
Es importantísimo que efectúes algún tipo de ejercicio: caminar resulta muy beneficioso. La natación es un ejercicio muy completo, que también favorece la circulación. Cuando estés sentada, tratá de movilizar las piernas: que no permanezcan en la misma posición mucho rato. Es bueno que rotes los pies sobre los tobillos a uno y otro lado. Estando sentada, extendé las piernas hacia adelante y hacia atrás y también subí y bajá las puntas de los pies.
Recordá que no es beneficioso permanecer mucho tiempo en la misma postura, ya sea parada o sentada: moviendo las piernas favorecés la circulación.
Además es sumamente importante el tipo de calzado a utilizar. En la mayoría de los casos las mujeres nos dejamos llevar por los dictados de la moda, que muchas veces no tienen en cuenta si la prenda a utilizar además de ser práctica, es cómoda y no perjudica nuestra salud.
Pues bien, en el caso del calzado, cada temporada marca una tendencia para que los fabricantes puedan hacer dinero sin pensar mucho en los requisitos que debemos exigir nosotras pretendiendo conservar un buen estado físico y en este caso particular, que podamos estar calzadas sin dañar nuestros miembros inferiores con todas las consecuencias que conlleva el uso del calzado no adecuado. Los tacos no deben ser ni muy bajos ni muy altos. El calzado no debe ajustar en ningún punto del pie, como tampoco ser más grande del número que necesitamos. El pie debe estar cómodo dentro de su casita que lo contiene: el zapato. Y deben elegirse aquellos que permitan el libre movimiento del pie al caminar, apoyando en cada paso en primer lugar el talón, luego la planta y terminar con la punta.
Asimismo, tené presente que en los viajes un poco largos en automóvil no es favorecedor que las piernas permanezcan dobladas por mucho tiempo. Es necesario que se realicen paradas de tanto en tanto, para realizar algún ejercicio con las piernas, haciendo que la sangre circule.
Asesoró
Fundación Flebológica Argentina
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