Página Web: http://www.domingosaviocba.com.ar/index.htm
Historia:
El 5 de febrero de 1948 se funda el Colegio Salesiano Domingo Savio en la zona del Tropezón, actualmente ubicado en Av. Cárcano 75, de la ciudad de Córdoba.
La idea inicial era construir una escuela agrícola, pero debido a la creación de la Inspectoría Nuestra Señora del Rosario, Córdoba debía tener su Aspirantado. Por ello el Domingo Savio pasa a reemplazar al antiguo Aspirantado de Vignaud. De esta manera comienza a gestarse la casa de formación inicial a tantos jóvenes que sentían la vocación religiosa al estilo salesiano.
Muchas generaciones de salesianos sacerdotes y hermanos coadjutores caminaron las galerías del colegio, donde recibieron de sus maestros una formación cuidada en el amor a María Auxiliadora, a Don Bosco y la espiritualidad salesiana.
Con el tiempo, teniendo en cuenta las necesidades de la zona, el colegio abre sus puertas a alumnos externos, en clara búsqueda de extender el mensaje salesiano a más jóvenes.
En el año 2008, el Domingo Savio deja de ser Aspirantado y Prenoviciado, sumándose al proceso de unificación de las inspectorías salesianas de Argentina.
En la actualidad, la institución, ofrece a sus alumnos una especialidad con la orientación en “humanidades y ciencias sociales con especialización en animación sociocultural”. Cuenta con 200 alumnos aproximadamente, los cuales comparten de lunes a viernes la educación salesiana en sus aulas, recreos y en las distintas actividades que ofrece el colegio. Entre ellas destacamos los “Buenos Días” con la oración cotidiana, el recreo de la comunión donde los jóvenes pueden recibir a Jesús sacramentado, grupo del coro y exalumnos de Don Bosco, entre otros. Además, la especialidad de animación sociocultural busca concreción en distintos espacios de la ciudad y en la parroquia aledaña.
Como en la fundación del Domingo Savio la primera en entrar fue María Auxiliadora a través de una imagen. Hoy se ofrece el trabajo cotidiano de todos los educadores a Ella, para el bien de tantos jóvenes que viven y sienten el Savio.