Ya no se pueden vender lámparas incandescentes
A partir de junio se despiden para siempre las “bombitas comumes” del mercado argentino. Las lámparas bajo consumo ahorran entre 6 y 8 veces más energía. A partir del miércoles 1 de junio ya no se pueden comercializar lámparas (comunmente llamadas bombitas) incandescentes en todo el territorio argentino. A partir de este mes comenzó a regir la ley 26.473 (sancionada el 21 de enero de 2009) que prohíbe “la importación y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial”.
La lámpara incandescente (que en su interior posee filamentos) quedará en el olvido para los argentinos, a excepción de la de 25 vatios que se podrá seguir vendiendo. La razón por la que se decidió la norma son razones ecológicas y de ahorro energético: una lámpara bajo consumo -de luz fría o cálida- gasta 80% menos de energía, mientras que una halógena 30% menos. Estas son las dos tecnologías disponibles para iluminar el hogar.
Según pudo recopilar FortunaWeb estos son los cambios que experimentarán los usuarios y la economía con el cambio la estructura de este consumo:
1. Costos
Una lámpara incandescente costaba entre $3 y $4. En cambio, una bajo consumo se consigue entre $20 y $40. Sin embargo, esta última opción tiene una vida útil de 6.000 horas, seis veces más que una de las comunes.
Para tener 8.000 horas de vida útil se deberían comprar:
- 8 lámparas incandescentes a $5 cada una: $40
- 1 lámpara bajo consumo: Oscila entre $20 y 40, según el tipo.
2. Mejor aprovechamiento
Las incandescente general 90% calor y 10% luz con la energía que consumen. En cambio, en las bajo consumo la relación es exactamente inversa (90% luz y 10% calor).
3. Ahorro
De acuerdo a la organización ecologista Greenpeace, cuando todo el país use bombitas “bajo consumo” se producirá un ahorro de 4.200 GWh, que representan dos veces la producción anual de la central de energía nuclear Atucha I.
Las lámparas bajo consumo reciben como crítica su utilización de mercurio, pero los activistas medioambientales moderan el tenor de la oposición, dado que el contenido que poseen es 1.000 veces inferior al que tiene un termómetro para medir la fiebre humana.
4. Factura
El gasto por electricidad pura en una factura de energía eléctrica es aproximadamente el 30% del importe final que se cobra. De este modo, el ahorro en la factura no se verán tan directamente. Según la Secretaría de Energía, en una factura residencial promedio se podrían ahorrar hasta $27 (pero este dato es muy variable por las diferencias entre subsidios, consumos e impuestos según la provincia).
Redacción FortunaWeb